Instituto para la Salud Geoambiental

Noticias

[display-posts category="noticias"]

Líneas Hartmann

Las líneas Hartmann conforman una red de fuerza, también conocida como red Hartmann, en forma de cuadrícula orientada norte-sur. Las líneas de esta cuadrícula están alineadas norte-sur cada 2 metros y este-oeste cada 2.50 metros aproximadamente. 

No se trata de una cuadrícula perfectamente regular, sino que puede sufrir fluctuaciones, distorsiones locales o leves desviaciones debidas a la presencia de elementos geológicos. Como por ejemplo fallas o corrientes de agua subterránea, o bien por el influjo de masas metálicas importantes, como la estructura de un edificio, la caldera en un sótano, etc. Las líneas Hartmann tienen una anchura de unos 21 cm, aunque esta medida también es variable en función de la composición local del subsuelo o de la concurrencia de determinados fenómenos naturales, como pueden ser los terremotos, que ocasionan importantes alteraciones en el campo magnético terrestre.

Estas líneas forman paredes invisibles verticales que cubren toda la superficie terrestre. Estas tramas energéticastienen efecto a una altura considerable y atraviesan cualquier tipo de material, por lo que afectan tanto a las viviendas de planta baja como a las de un piso 20 y superiores. En las zonas de cruce de la cuadrícula se forman zonas especialmente geopatógenas, es decir, con efectos potencialmente nocivos para la salud si se permanece en ellas durante muchas horas al día. Por el contrario, las zonas situadas entre estas líneas geométricas son consideradas zonas neutras, es decir, zonas donde no se registran alteraciones en el campo magnético natural terrestre. Estas zonas intermedias en medio de la red Hartmann no tienen efectos nocivos sobre la salud de los seres vivos.

Podríamos definir las líneas Hartmann son la manifestación física de la interacción de dos tipos de energías: la energía telúrica (del latín Tellus, la Tierra), es decir, la procedente del núcleo de nuestro planeta, y la energía cósmica, es decir, la procedente del fondo del cosmos y que se refleja o refracta sobre la corteza terrestre. En la vertical de esta red de fuerza natural se pueden registrar varios fenómenos:

  • Variación de los campos eléctricos y magnéticos provenientes del subsuelo.
  • Alteraciones en las diferencias del potencial eléctrico atmosférico.
  • Variación de la ionización del aire.
  • Cambios bruscos en la resistencia electrocutánea cuando el sujeto permanece en la zona alterada.
  •  

El nombre de esta red geomagnética natural se debe al doctor Ernst Hartmann (1925-1992), licenciado en Medicina por la Universidad de Heidelberg (Alemania). Se dedicó gran parte de su vida a estudiar la relación entre la enfermedad y la radiación telúrica. Realizó extensas observaciones sobre el vínculo existente entre biología y clima, y a partir de 1948 profundizó en las diferentes manifestaciones en las que se traduce la interacción entre el suelo, el ser humano y las condiciones climáticas. En 1961 fundó el Grupo de Estudios de Geobiología y, junto con su hermano, ingeniero en electrónica, elaboró los cimientos de lo que hoy entendemos como Geobiología.

Durante sus años de práctica de la medicina, Hartmann constató que un alto porcentaje de muertes entre sus pacientes estaba directamente relacionado con geopatías, es decir, con el hecho de haber vivido o permanecido durante largo tiempo en zonas con intensas radiaciones naturales. Para estudiar este fenómeno, Hartman realizó más de 150.000 georritmogramas. Con el fin de comparar los niveles de resistencia electrocutánea corporal en pacientes que permanecían determinado tiempo al día sobre zonas geopatógenas y los que permanecían en zonas libres de alteraciones geofísicas. Los resultados confirmaron las diferencias de reacción entre los sujetos expuestos a alteraciones geofísicas y los sometidos a zonas neutras.

Hoy en día, la permanencia frecuente en la vertical de algunas de las líneas Hartmann y sus cruces se relaciona con alteraciones en el sistema inmunológico, endocrino y hormonal. Por ejemplo, esto puede traducirse en malestares y desequilibrios tales como insomnio, cansancio crónico, dolores musculares, estados de ansiedad, hiperactividad, nerviosismo o depresión, e incluso un aumento en la incidencia de determinadas enfermedades degenerativas. Si la presencia de un cruce Hartmann coincide, además, con alguna otra alteración geofísica, como fallas o corrientes de agua subterránea, se multiplica el efecto geopatógeno de la zona en cuestión.

Finalmente, la actividad magnética de las líneas Hartmann se puede percibir, en ocasiones, a simple vista:

  • Por la presencia de árboles en cuyo tronco se detectan fuertes nudosidades o malformaciones, mientras que los ejemplares del entorno inmediato tienen un tronco normal y liso.
  • Por la presencia continua de insectos, localización de hormigueros, etc.
  • Por la presencia de plantas marchitas que sin embargo, al ser cambiadas de lugar, reviven.