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Un nuevo estudio respalda la clasificación de los campos electromagnéticos de baja frecuencia como posible cancerígeno

Alta TensiónEl organismo que ha dirigido la investigación está patrocinado por grandes empresas del sector de las telecomunicaciones. La revista científica Bioelectromagnetics, volumen 37 publicó hace unas semanas, el 15 de marzo de 2016, un nuevo estudio que confirma que la clasificación de los campos electromagnéticos de baja frecuencia como posible cancerígeno dentro del grupo 2B es coherente, lo cual respalda la decisión de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) de 2001. Dicho estudio ha sido realizado por el consorcio ARIMMORA (Advanced Research on Interaction Mechanisms of electroMagnetic exposures with Organisms for Risk Assessment). ARIMMORA tiene como objetivo examinar los mecanismos biofísicos subyacentes y aclarar la posible relación causal entre la exposición a los campos electromagnéticos de baja frecuencia (es decir, los relacionados con la transmisión de electricidad y el uso de aparatos eléctricos) y el cáncer, especialmente la leucemia infantil. El estudio que acaba de ser publicado consistió en una evaluación del riesgo basada en la evidencia científica disponible y publicada antes del 15 de marzo, pero también incluyó nuevos hallazgos realizados por ARIMMORA. Alta Tensión El estudio recién publicado fue financiado por la Unión Europea con un monto total de 3.250.000 euros, tras una convocatoria pública en la que el proyecto del consorcio ARIMMORA fue el único seleccionado para su financiación. La investigación estuvo dirigida por la Fundación IT’IS, que cuenta entre sus promotores a grandes empresas de la industria de las telecomunicaciones, como Cisco Systems, Intel Corporation, LG Electronics, Samsung, Motorola, Vodafone, Alcatel-Lucent, GSM Association etc. Alta TensiónLo novedoso de este estudio es que por primera vez se utilizó con éxito un modelo de ratón transgénico para imitar la leucemia infantil más común, la leucemia linfoblástica aguda (LLA-B), y gracias a ello pudieron identificarse nuevos mecanismos patogénicos en la aparición del cáncer. Concretamente, se han observado y confirmado, en tres estudios independientes, pequeñas (pero estadísticamente significativas) reducciones en el número de linfocitos T citotóxicos CD8+. Estas pequeñas células linfáticas son las encargadas de identificar y matar a las células infectadas por virus o afectadas por un cáncer. La conclusión del estudio es que la actual clasificación de los campos electromagnéticos de baja frecuencia como posible cancerígeno para las personas es correcta y debe mantenerse, ya que se ha observado relación entre la exposición a campos por encima de 0,3 µT y el aumento de riesgo de leucemia infantil.