Los datos obtenidos, por la Agencia Espacial Europea, confirman la tendencia general de debilitamiento del campo, con los descensos más dramáticos en el Hemisferio Occidental. En otras áreas, tales como el sur del Océano Índico, el campo magnético se ha fortalecido desde enero. También confirman el movimiento del norte magnético hacia Siberia.
Un campo magnético más debil podría suponer un aumento de las radiaciones cósmicas y del bombardeo de partículas cargadas.